Su ayuda en la conquista del Reino de Valencia fue ampliamente recompensada. Con el rey Alfonso en 1169 comenzaron las predonaciones al Temple que incluían los castillos y villas de Oropesa y Chivert. En 1211 del rey Pedro recibieron los pueblos y la torre de Ruzafa, el pueblo de Cantavella y el castillo y término de Culla.

Pero fue con Jaime I cuando sus posesiones se incrementaron enormemente, les concedió el castillo de Pulpis(1227), Chivert (1233), los pueblos de Mantella y Benahamet y en el mismo año un tercio de la ciudad de Burriana.

En 1237 el pueblo de Seca y la mitad de las dársenas de Denia, los pueblos fortificados de Moncada y Carpesa, un sector de la villa de Liria.

Peñíscola que había sido prometida a los Templarios tiempo atrás fue concedida en 1294 junto con Albocacer, Ares, Benicarló, Cuevas de Vinromá, Serratella, Tirig, la torres de los Domeges, Villanueva de Alcolea, Vinaroz y muchas oras posesiones menores.

En la ciudad de Valencia recibieron la torre central de la defensa con un largo sector de la muralla y la barbacana, también unas calles de la ciudad en la parroquia de San Esteve, con cincuenta casas. Había, así mismo, tierras incluidas en esta donación.

Además recibieron los Templarios numerosas posesiones a través de legados y testamentos de particulares.

Fuente: http://www.uv.es/charco/documentos/templarios.htm